Una ruta que es una obligación: Mérida y alrededores

Dicen que en la vida hay una serie de cosas que no puedes dejar de hacer, ya que si no, no te habrás realizado. Los más antiguos dicen que tienes que ser padre o madre, plantar un árbol y escribir un libro. Incluso los más modernos añadan también el viajar en globo. Luego dependiendo de la zona se pueden sumar más o menos cosas, algunas de dudosa realización. Ahora bien, yo prefiero quedarme con que en esta vida que nos ha tocado vivir, y en ocasiones no para bien, tenemos que viajar. Viajar, mucho. Y por eso hacerlo a sitios que son de obligada presencia. En España tenemos unos cuantos.

Es cierto que si nos ponemos a enumerar lugares en España donde podemos hacer turismo nos va a salir un listado increíble. Pero es que es así. España es mucha España. Por eso, en un listado tienen que estar lugares como los campos de Castilla, las montañas del Pirineo, una visita obligada a las playas de Cádiz, pero sin olvidar que tenemos que visitar la capital de España, Madrid. Y así podemos seguir hasta el infinito. Ahora bien, me niego a pensar en que un listado de cualquier persona no está incluida este viaje: Mérida y alrededores. Y es que para mí, esta ciudad de Extremadura, tiene un encanto que muy pocos lugares tienen en el país.

Es cierto que en ocasiones ver tantos monumentos puede resultar un poco cansado, y más si este viaje se hace en verano, pero por suerte ahora este tipo de rutas están siendo modernizadas, como lo que ha hecho Visitas Guiadas Mérida, que lo que hace es mostrarnos de una manera muy amena todos los restos de este lugar. En mi caso recuerdo que hice una ruta que tienen sobre los monumentos, que se trata sin duda de la excursión más completa de cuantas se realizan en la ciudad. Durante esta ruta puedes descubrir con asombro el patrimonio arqueológico, artístico e histórico del enclave romano más importante de España desde su fundación den el año 25 a. C. hasta la declaración de la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1993. La verdad es que para los amantes de la historia y del arte es una gozada, es como estar en un parque de atracciones o un parque temático.

Una ruta completa

Toma nota porque te voy a contar todos los detalles sobre esta ruta que te hará conocer todos los detalles sobre Mérida. Comenzamos a las 10 de la mañana en el Puente Romano de Mérida. Entramos en los principales monumentos de la ciudad: Puente romano y su isla, Alcazaba, Conventual Santiaguista, Plaza de España; recorremos la zona histórico monumental: Adarve, Foro Colonial, Templo de Diana, Pórtico del Foro y Muro fundacional, Casa del Anfiteatro. Esta ruta se termina con una ruta en el conjunto Teatro-anfiteatro de Mérida monumento más significativo de la ciudad en torno a las 13:30.

Puedes pensar que es algo cansado, pero en este caso hay disponible bajo demanda la cesión de uso de un ligero y cómodo taburete bastón portátil con un suplemento de cinco euros, embarazadas, movilidad reducida y mayores de 70 gratis siempre bajo disponibilidad.

Qué hacer

Aunque es cierto que Mérida no es solo monumentos, hay muchas más cosas qué hacer y qué ver. En esta ciudad, además de contemplar su gran patrimonio histórico-artístico, también se pueden llevar a cabo otras alternativas de turismo que proporcionan diversión y un placer para los sentidos. Puedes disfrutar activamente del medio natural, relajarte en un balneario milenario, disfrutar de la buena gastronomía emeritense acompañado de un buen vino o descubrir la ciudad y su entorno desde puntos de vista diferentes. La verdad es que es un lugar que sirve para turismo de cualquier tipo, familiar o en solitario.

Naturaleza y agua curativa

Apunta esto. El extenso término municipal de Mérida conserva importantes muestras de los diferentes biotipos característicos de Extremadura, con una notable riqueza en biodiversidad, convirtiendo a Mérida en un lugar ideal para ornitólogos y aficionados a la observación de aves. El medio ambiente urbano y su entorno cercano proporcionan sorpresas muy agradables para el turista de naturaleza.

Además, a 17 kilómetros al sur de Mérida, en un paraje de singular belleza, se erigieron en tiempos de la dinastía Flavia unos baños de aguas salutíferas (balnea) que recibieron el nombre de Aquae. Aún podemos disfrutar de las aguas curativas de este balneario, de probada eficacia como demuestra la inscripción que vemos en el patio de acceso a las instalaciones. En ella el gobernador de la Capadocia, Licinio Sereniano, agradecía a la diosa Juno la curación de su hijita, Varinia Serena.