Pocas tradiciones son más importantes en España que la del Carnaval, una cuestión que ha calado hondo entre las diferentes generaciones que hemos ido llegando a nuestro país y que hemos disfrutado realmente mucho de una festividad como lo es esta. Hace apenas unos días terminó el Carnaval del 2020 y estamos convencidos de que muchos de vosotros y vosotras habéis tenido un tiempo de felicidad y de alegría con vuestros amigos y con la familia. Y es que este es precisamente el objetivo de una festividad como de la que venimos hablando.
La verdad es que uno de los secretos del Carnaval, desde nuestro punto de vista, es el de su ubicación en el año. A menudo, solemos quejarnos con amargura de la larga espera que hay que soportar entre la Navidad y la Semana Santa. Fijaos en este 2020: desde una hasta la otra pasan más de tres meses sin que haya una sola fiesta. Que el Carnaval se encuentre en el medio permite hacer más corta la espera y hace que la travesía por el desierto sea bastante más amena. La verdad es que no está nada mal que así sea.
Un artículo que fue escrito en la página web oficial del RACE, el Real Club del Automóvil de España, arrancaba diciendo que el Carnaval fue creado durante la Edad Media con el objetivo de “coger fuerzas antes de la Cuaresma”, lo cual, teniendo en cuenta la enorme tradición católica que existía en España durante la época y que poco a poco se va diluyendo, parece bastante lógico. Desde luego, una cosa es cierta: a nadie le importa ya todo lo que tenga que ver con la Cuaresma. El Carnaval es diversión y ocio en su máxima expresión.
La verdad es que hay una cantidad de buenos carnavales en España que merece la pena que nos detengamos un segundo para, como mínimo, mencionarlos. Los que os vamos a ofrecer a continuación son los que destaca la página web de Radio Televisión Española en uno de sus artículos:
- El carnaval de la localidad murciana de Águilas y su degustación de la cuerva sigue ganando enteros en nuestro territorio.
- En Badajoz, lo que destaca son los enormes instrumentos de percusión que asaltan las calles.
- En La Bañeza, no está nada mal destacar a las 41 charangas que hacen que su Carnaval sea de los más reconocidos del país.
- El jueves de Comadres en Verín ya es conocido en muchas zonas de nuestro país y también del extranjero.
- Santoña está considerado como el Carnaval del norte.
- Xinzo de Limia destaca por su duración. Y es que son hasta cinco las semanas que dura el Carnaval en este lugar.
- El Carnaval del Toro, en Ciudad Rodrigo (Salamanca) es uno de los más importantes de Castilla.
- Finalmente, los Carnestoltes de Sitges podrían constituir uno de los mejores Carnavales de la zona mediterránea sin lugar a ninguna duda.
Disfraces para todos los gustos
La verdad es que, si tuviéramos que definir el término “originalidad” en solo una frase, podríamos hacer mención a cualquiera de los carnavales que se celebran en un país como el nuestro. Lo cierto es que son muchas las personas que disfrutan de esta festividad y que buscan huir de lo convencional para apostar por lo extravagante. Así es como nos lo han contado los profesionales de La Casa de los Disfraces, una entidad dedicada precisamente a la venta de todo tipo de trajes para el disfrute de momentos así. Y es que, según lo que nos han comentado, han sido muchas las personas que se han decantado por un disfraz fuera de lo normal en el Carnaval que acabamos de vivir.
Está claro que, en una fiesta como lo es el Carnaval, todo el mundo tiene su sitio. La verdad es que podría ser considerada como la fiesta más libre de todo el año. No es para menos, por supuesto. No hay ni siquiera una regla (ni escrita, ni no escrita) que nos especifique algo con lo que tengamos que cumplir sí o sí. Todo es completamente libre y no hay que satisfacer a nadie. Con que nosotros nos sintamos cómodos y vayamos disfrazados de lo que más ilusión nos hace, nos basta.
Estamos convencidos de que el Carnaval es una festividad que se va a extender por los siglos de los siglos en el interior de nuestras fronteras. En un país como el nuestro, en el que el humor es una de nuestras más sonadas señas de identidad, está claro que la fiesta del humor no puede desaparecer. Por eso, conviene disfrutarla cada mes de febrero. Y es que el recuerdo que nos puede quedar de cada Carnaval es lo que nos seguirá haciendo querer que llegue el siguiente.