El comercio al por mayor, la alternativa para evitar las largas colas que se esperan en las tiendas debido al coronavirus

La llegada del coronavirus ha cambiado por completo cualquier plan que las empresas tuvieran previsto para el presente año 2020. Nos encontramos ante una pandemia como la que no hemos vivido desde hace 100 años, momento en el que la llamada gripe española (que curiosamente no nació aquí) se combinó con la I Guerra Mundial para dejar un panorama desolador a nivel económico. Es momento de que todos juntos tratemos de superar una crisis sanitaria y económica para la que no estábamos preparados y que jamás hubiésemos previsto. Y en ese plan tenemos cabida todos y cada uno de nosotros.

En los párrafos que siguen vamos a hacer incidencia en un aspecto como lo es el sector textil, que, como tantos otros, ha recibido con preocupación la llegada de este tipo de enfermedad puesto que ha impedido que la actividad económica se haya seguido desarrollando con la normalidad que nos hubiera gustado a todos. No cabe la menor duda de que, ahora que se empieza a revitalizar la economía, es importante que no se produzca un parón del consumo. La continuidad de muchas empresas, y por ende el futuro laboral de mucha gente, depende de eso. Y la industria textil no es inmune a eso.

Una noticia que fue publicada en el portal web Bolsamanía informaba de que el sector del comercio textil había recibido con mala gana el plan de desescalada del Gobierno. Y la verdad es que entendemos la postura, porque la economía no se puede revitalizar de manera rápida en este tipo de comercios y eso pone en riesgo un buen manojo de puestos de trabajo y comercios que necesitan obtener ingresos para tratar de resistir ante la situación de crisis económica en la que nos hemos visto envueltos de un día para otro.

Otra noticia, en este caso publicada en el portal web del diario Expansión, informaba de que este mismo sector hacía una previsión bastante funesta de lo que va a ser el año 2020, en el que dicen que se va a producir una caída del 37% en lo que tiene que ver con la facturación de la industria textil. Teniendo en cuenta que en los establecimientos se van a tener que llevar a cabo unas medidas sanitarias que van a pasar por reducir el aforo, es evidente que es probable que las previsiones se terminen transformando en realidades, aunque no queramos creerlo. 

Teniendo en cuenta que se avecinan tiempos en los que para comprar en una tienda es necesario armarse de paciencia debido a las limitaciones de aforo que se prevén, adquirir productos al por mayor se empieza a convertir en un asunto cada vez más aceptado y demandado por muchas personas, sobre todo por el hecho de que las superficies de esta índole son mayores y permiten una mayor entrada de gente. En el sector de la moda, desde luego, va a terminar siendo tendencia. Los profesionales de una empresa como lo es Liquistocks, que está especializada en la venta de productos al por mayor entre los cuales hay lotes de productos textiles y de moda, nos han comentado que este tipo de actuaciones ya es bastante habitual en los momentos en los que nos encontramos.

El comercio al por mayor, en peligro si lo está el minorista

Está claro que si el comercio minorista se encuentra amenzado de algún modo, también lo está el mayorista, que por definición es el que suministra a este tipo de entidades. Por tanto, a nivel económico global tenemos la necesidad de tener en cuenta a los pequeños comercios a la hora de soliviantar la situación. Son la base de nuestra estructura económica y, si gozan de buena salud, es mucho más probable que los negocios al por mayor también tengan buenas perspectivas.

La economía de un país es una ciencia que necesita que todos sus actores se encuentren en perfectas circunstancias para que todo funcione correctamente. Si hay uno que está enfermo, los demás corren riesgo. En este sentido, la economía actúa igual que un virus. Y es que la crisis que vivimos en el año 2008 es ideal para describir este comportamiento: todo comenzó en el sector de la construcción y después se fue extendiendo hasta el último resquicio de la economía española.

A nadie le cabe la menor duda de que se avecinan tiempos difíciles y en los que necesitamos la colaboración de todo el mundo para procurar que se pueda batir a esta crisis de una manera relativamente rápida y eficaz. Pero no será fácil. Mayoristas y minoristas tienen un papel destacado y necesario para la resolución de esta ecuación y es evidente que tenemos que contar con todos ellos para que podamos encontrar esa solución y volver a la normalidad tan pronto como se pueda. En los momentos que corren, esa sería la mejor victoria de la que podemos presumir.