Una visita a la Ciudad de México

Uno de los proyectos a corto plazo que tenía en mi vida era viajar a México, cuna de la cultura y el imperio azteca. Este país, con su cultura y sus costumbres me atrajo desde siempre, y al fin, sí conseguí visitar ese gran país. Según documentos prehispánicos hallados la ciudad de México fue fundada hacia el año 1325 por los mexicas (en la lengua náhuatl significa “los de México”), un grupo que se separó de los aztecas o habitantes de Aztlán. El símbolo nacional, tras la independencia del país, es un águila que devora una serpiente y que se encuentra posada sobre un nopal en el islote de un lago, una escena que representa el mito fundacional de la ciudad de México, y que hoy se encuentra estampada en el centro de su bandera, en sus monedas, documentos oficiales, etc.

Si nos planteamos un viaje a la ciudad de México, este debe comenzar por una visita a las increíbles pirámides de Teotihuacán, la “ciudad de los dioses”, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987. Este complejo arqueológico situado al nordeste de la ciudad de México, alcanzó su punto álgido entre el 250 y 500 d.C. llegando a albergar una población que se considera alcanzaría los 150.000 habitantes. La Calzada de los Muertos, es el eje central de la ciudad, a sus lados se encuentran restos de numerosas edificaciones, entre las que destacan la Pirámide del Sol, construida en el siglo I d.C., y la Pirámide de la Luna, construida en el siglo II d.C.   

Ya en lo que hoy es el Distrito Federal, podemos comenzar la visita en el Plaza de la Constitución más conocida como la Plaza del Zócalo, que con sus 46.800 m2 es la segunda plaza más grande del mundo y el centro histórico y neurálgico de la ciudad. Fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987 y allí se encuentran los siguientes monumentos:

– La Catedral Metropolitana. La construcción de la actual catedral se inició en 1573 sobre un templo primitivo cuyos cimientos todavía se pueden apreciar. Concluida en 1813 acoge distintos estilos arquitectónicos, desde el gótico en sus elementos más antiguos, pasando por el herreriano en sus portadas, el barroco y churrigueresco en los retablos de sus capillas o el neoclásico en su cúpula, liternilla, balaustradas y pináculos.

– El Palacio Nacional. Es la sede del Poder Ejecutivo Nacional y residencia oficial del Presidente de la Nación, ocupa una superficie de 40.000 m2. Su construcción se inició en 1522 para servir como segunda residencia privada de Hernán Cortés, pasando posteriormente a ser propiedad de la corona española y sede de los Virreyes de la Nueva España. Su estilo es barroco. 

– Antiguo Palacio del Ayuntamiento. En esta edificación se reunió el primer Ayuntamiento de la ciudad el 10 de mayo de 1524. Actualmente sus instalaciones albergan un museo y la oficina del Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Su construcción se realizó entre 1522 y 1532 en un estilo neobarroco.

– Edificio del Gobierno. Construido a modo de réplica del antiguo Palacio del Ayuntamiento, es la Sede del Poder Ejecutivo Local.      

– El Viejo Portal de Mercaderes. Ocupa el lado este de la plaza y está ocupado desde 1521 por locales dedicados al comercio, en los que destaca el gremio de la joyería, lo que ha llevado que aquí se encuentre el “Centro joyero Zócalo”. Aquí es donde encuentran su inspiración para saber que vender en España empresas tan importantes como Joyería Lorena o José Luis joyeros, entre otras, y es que este es uno de los lugares por excelencia donde se venden las joyas más conocidas y apreciadas del mundo.  

También un fenómeno social, cultural, turístico y religioso se unen en torno a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, el recinto mariano más visitado del mundo, solamente superado por la Basílica de San Pedro en el Vaticano. La antigua Basílica se construyó entre 1695 y 1709. Su fachada presente cuatro torres octogonales adornadas con azulejos de talavera.

El tequila, la bebida mejicana por excelencia

Si hay una bebida que está íntimamente ligada al país mejicano es el tequila, un aguardiente originario de la región de Jalisco, que se elabora a partir de la destilación del mosto fermentado y obtenido de una planta conocida como “agave azul”. El tequila se asocia indudablemente a la música de los mariachis y los charros de Jalisco o a la industria cinematográfica mexicana, donde se crea el clásico personaje basado en el estereotipo de la forma de ser y hacer de los mejicanos.