Más gente (y más joven) se interesa por el aprendizaje de la música

Tenemos muchas maneras de disfrutar del tiempo libre. Por suerte, vivimos en un momento de la Historia en el que tenemos el ocio más al alcance de la mano que nunca. Podemos viajar, leer una novela, escuchar música, salir con amigos o familiares a tomar algo, practicar un deporte o salir a caminar, entre otras muchas cosas. Quien no se divierte es porque no quiere. Desde luego, opciones hay para todos los gustos y, si no tenéis muchas o creéis que vuestro tiempo libre lo podéis aprovechar de alguna otra manera, os animamos a que investiguéis. No os vais a arrepentir, os lo podemos asegurar. Tened en cuenta que ese tiempo que invirtáis lo vais a hacer en vosotros y vosotras mismas.

En los párrafos que vais a leer a continuación, vais a ver que la cuestión de la que nosotros vamos a hablar es la música, que creemos que es uno de los pasatiempos preferidos no solo de los españoles y españolas, sino de cualquier persona que se encuentre sobre la faz de la Tierra. Cada lugar tiene su propia música, sus instrumentos típicos y su manera de entender una tradición como de la que estamos hablando. Por supuesto, todo es igual de respetable con independencia de cuáles sean las preferencias de cada persona en concreto. Y es que nunca debemos olvidar que la música, antes de nada, es respeto.

La música es una de las elecciones preferidas por los españoles y las españolas para disfrutar al máximo de su tiempo de ocio. Pensad en una cosa: ¿qué es lo que nunca falla cuando hay una celebración en cualquier lugar? ¿Cuál es el nexo de unión de una boda, una verbena o las fiestas de un pueblo? Ese nexo es la música. Puede ser de un estilo o de otro, pero siempre nos va a alegrar cualquier evento de estas características. Queremos bailar y sentir en nuestro cuerpo cada una de las notas que salen por el altavoz o de los propios instrumentos de los músicos si estamos asistiendo a un concierto en directo.

Es bastante habitual encontrarse con situaciones como estas en España. Y eso es lo que hace que la industria de la música tenga los datos que os vamos a compartir a continuación y que proceden de una página web como la de Statista, datos que son, por ejemplo, los 901 millones de euros que facturó este sector a lo largo del año 2022. Hay otro dato que nos parece interesante destacar y son los 345’6 millones de euros que se ingresaron por la venta de música digital. Y, aunque es verdad que en ese año decrecieron en un 11% los ingresos por la venta de música física en ese 2022, es un dato que consideramos normal porque la música física ha quedado en un segundo plano en los últimos tiempos a causa de la explosión de Internet y, en concreto, de plataformas como Spotify.

Solo debemos echar la vista atrás para conocer la importancia que tiene la música para los españoles. Por nuestro país, en los últimos años, han pasado artistas como Bruce Springsteen, Coldplay, los Rolling Stones, los Guns N’ Roses, Roger Waters (ex de Pink Floyd), Queen, Metallica y otros muchos más. Además, este año está previsto que vuelva el Boss y Metallica y que aterricen en nuestro país los enormes ACDC. Todos esos artistas acuden hasta nuestro país porque saben que disfrutamos con la buena música y que eso les va a permitir llenar un estadio y obtener todos los beneficios que se derivan de ello.

Y eso por no hablar de los festivales. Hemos recurrido también al portal web Statista para compartir con vosotros la información que se deriva de un estudio realizado por los profesionales de esta web. Los festivales que son más conocidos entre la población española son el Primavera Sound y el Viña Rock. La marca que más recuerdo genera entre las personas que van a estos festivales es Red Bull y la empresa que suele ser más habitual en la organización de estos eventos es Superstruct. Cada vez es más habitual que haya ciudades y pueblos que dispongan de su propio festival de música, algo que responde al inmenso impacto económico que eso ocasiona.

La música es una de esas ciencias que hay que cuidar con cada día que pasa y en la que existe la necesidad de pensar en el futuro. No nos podemos olvidar de que, a fin de cuentas y como ocurre con otras muchas cosas, la música depende de las personas y que se mantenga con el paso de los años es algo que vamos a conseguir garantizando un relevo generacional. Para ello, a su vez, es conveniente que los jóvenes se muestren interesados en aprenderla y tocarla. Y si podemos cubrir con ello todos los estilos, mejor que mejor. Cuanto más variedad de música hay en una zona, más rica es su cultura.

La labor que realizan las escuelas de música es fundamental en varios sentidos: en el mantenimiento de la cultura musical y en la incorporación de diversos estilos. Esas dos cosas forman parte de los valores de entidades como Piccolo Betera, una escuela dedicada a la formación de alumnos en una materia como la música. Sus profesionales nos han hecho saber una buena noticia: que cada vez son más los y las jóvenes que muestran interés en este campo y que, además, lo hacen a edades más tempranas, lo que hace posible que el tiempo de aprendizaje sea mayor y que exista la posibilidad de que perfeccionar lo que ya se ha estudiado.

Una aportación cultural intachable 

La música es cultura. Nadie puede rebatir una cuestión como esta porque no existen argumentos para hacerlo. La música es, de hecho, una de las máximas representaciones de la cultura y esta es una de las razones por las que toda aportación musical que haga cada músico en concreto es de gran interés para la sociedad en su conjunto. Las instituciones públicas son responsables de que la música nunca pierda cabida dentro de esa cultura y que cuente con el apoyo y la financiación suficiente como para conseguir que nunca desaparezca del espectro, algo que por otro lado no creemos que vaya a ocurrir en ningún momento.

Uno de los países que tomamos como ejemplo de mantenimiento de una cultura musical de la máxima calidad es Irlanda. En la isla Esmeralda, que es como se llama la tierra en la que se encuentra este país, tienen claro que su folklore es intocable y que incluso tiene la capacidad de traspasar fronteras. Por ese motivo, canciones como Fields of Athenry, The Irish Rover, Wild Rover o Molly Malone son conocidas en el mundo entero y también por eso hay tanta gente que desea acudir al menos alguna vez en la vida a Irlanda. Y es que la música puede ser un atractivo turístico mucho más interesante de lo que podríamos llegar a pensar en un principio.

Creemos que en España se hacen bien las cosas en este sentido, pero conviene que no bajemos la guardia en ningún momento. La música, al igual que ocurre con algún otro sector o nicho de mercado, se ha convertido en algo que forma parte de una oferta de ocio que es muy competitiva y que puede hacer que sea tendencia en un momento dado para pasar a ser un bien olvidado al momento siguiente. Saber adaptarse a los tiempos y a las demandas de la gente es básico para que cualquier tipo de música tenga la posibilidad de disfrutar de un cierto éxito. No nos cabe la menor duda de que, desde la industria musical, se va a seguir trabajando con denuedo para que esto sea posible.

La música es, quizá junto alguna otra manifestación de arte como la literatura, la mejor manera de promocionar la cultura de una ciudad, de una región o de un país. Es cuestión de todos y todas mantenerla y promocionarla de tal modo que no caiga en el olvido y que traspase fronteras. Es, además, una de las maneras más eficaces de disfrutar de cada segundo de ocio del que disponemos. Ya pasamos bastantes malos ratos cuando estamos trabajando o cumpliendo con otro tipo de obligaciones diarias. La música debe servir para evadirnos de todo eso y disfrutar junto a nuestra gente de la vida.

¿Alguien es capaz de imaginarse una vida en la que no hubiera música? ¿A que no? Y es que la música es vida en sí, la música son los recuerdos de la infancia, canciones con las que hemos crecido y nos hemos desarrollado como personas y notas que, aunque seamos mayores, nos han acompañado a lo largo de toda una vida o de una buena parte de la misma. En resumidas cuentas, la música forma parte de todos y cada uno de nosotros y nosotras. Así que ya sabéis lo que tenéis que hacer cuando tengáis un ratito libre. Un buen disco o un buen concierto… y a disfrutar.