La música y los niños

A veces, cuando los padres y madres proyectamos en nuestros pequeños la ilusión por algo, las ganas de que sean los mejores en un deporte o nuestras propias aficiones estamos, como mínimo, coartando su libertad de elección. Yo siempre he querido que mis hijas o hijos tuvieran una educación igualitaria y equitativa por lo que tenía claro que si mi hija quería jugar con un coche de carreras lo haría, y que si mi hijo quisiera jugar con una muñeca pues lo haría también. El problema es que a veces lo que ellos quieren y lo que nosotros queremos es muy diferente.

Yo uso maquillaje en bodas, bautizos y comuniones porque, casi siempre por comodidad, salgo a la calle con la cara lavada y poco más. La “salud de bote”, como la llama mi madre, la utilizo solo en ocasiones especiales pero mi hija, que jamás ha tenido ese ejemplo en casa, adora peinarse y sacarse fotos posando con nuevos peinados y un poco de colorete y brillo de labios. Solo tiene 5 años y tanto su padre como yo, porque esos son nuestros gustos, le hemos puesto en televisión dibujos de superhéroes, de aventuras y de risa, pero jamás cuentos de princesas y, aun así, ha dado igual. Ha entrado en la frase de “quiero ser como Elsa” y se ha empeñado en ver la película e incluso en disfrazarse de “Frozen” en Carnaval.

Pero el problema no es suyo, el problema es nuestro porque éramos nosotros quienes queríamos una niña que rompiera moldes, y buscando que no tuviera prejuicios ninguno al final hemos sido nosotros los prejuiciosos al intentar evitar que le gustasen las princesas o el ballet como actividad extraescolar.

Y llegamos a la clave de la cuestión, mi hija adora la música, pero no de un tipo o de otro, cualquier tipo de música es apta para ella. Le he puesto a los clásicos, le he puesto reggaetón, le he puesto incluso bacalao y ella siempre acaba bailando, bien a modo de loca imparable o como si supiera ballet o bailar el vals. Por eso, y porque es hora de que sea ella quien elija y no nosotros, le hemos dicho que puede apuntarse a esta escuela de música moderna en Pozuelo de Alarcón, Madrid, y aprender o desarrollarse en el ámbito de la música que más le guste.

Las extraescolares

A mí me encanta la música pero hay tantas cosas que me hubiera gustado que la niña aprendiera que es imposible que las haga todas. Quiero que estudie inglés, y algún deporte que la ayude a moverse y tener actividad entre semana para quemar energía, y quiero que aprenda música y se beneficie de ella, y quiero apuntarla a natación, y ya que estamos quiero que…. (demasiadas extraescolares).

En realidad, los pediatras recomiendan una o dos extraescolares a la semana solamente y yo solo pensando en lo que quiero yo, ya llevo 4. Al final, hemos optado por el inglés que me parece de vital importancia y porque ella elija la segunda actividad extraescolar que, como ya he indicado, pidió que tuviera que ver con la música así que vamos a empezar por “Iniciación Musical” pero después podrá elegir si tocar un instrumento, bailar, cantar o lo que le dé la gana.

Beneficios de la música en los niños

Según AUCA, projectes educatius, la música tiene efectos positivos en los más pequeños ya sea a través de un instrumento musical, del canto o del baile:

Mejora la memoria, la atención y la concentración

Gracias a su poder de evocación, la música potencia la concentración, la memoria y la atención de los niños y niñas. Un niño o niña con una formación musical variada y constante, o que utiliza la música para alcanzar sus objetivos, tiende a memorizar más fácilmente.

Estimula su inteligencia y mejora la habilidad para resolver problemas matemáticos y razonamientos complejos

La música tiene una estrecha relación con los altos desempeños académicos. La exposición temprana a la música favorece la actividad neuronal y activa la parte del cerebro relacionada con la lectura y las matemáticas.

Es una manera de expresarse e incluso la expresión corporal del niño se estimula más

La música brinda un medio de expresión de cualquier sentimiento o emoción. Por medio de un instrumento musical, de una canción o de un baile, se puede canalizar la energía y los sentimientos así como fomentar su gusto por la diversidad.

Introduce a los sonidos y significados de las palabras

La música fortalece el aprendizaje y contribuye a mejorar su lenguaje, y favorece su discriminación auditiva. Además, la repetición de canciones incorpora vocabulario nuevo y el ritmo les ayuda a repetir frases complejas. Un aprendizaje divertido, dinámico y espontáneo.

Les hace más sociales, ya que les brinda la oportunidad de interactuar entre sí

Tocar, bailar o cantar en grupo puede hacer que un niño o niña pierda su timidez, y además favorece su interacción con otros infantes y con adultos, lo cual le ayuda a socializar. La música propicia que trabaje en equipo, fortalezca y establezca nuevos vínculos y comunique sus ideas con fluidez.

Estimula la creatividad infantil

Otro de los beneficios de la música en los niños y niñas es que desarrolla la creatividad y la imaginación infantil al estimular el área derecha del cerebro, mejorando además la capacidad de realizar cualquier otra actividad artística.

Invita al movimiento y mejora su estado físico

El baile y el movimiento al que invita la música mejora el rendimiento físico y favorece el equilibrio y el desarrollo muscular de los niños y niñas al adaptar su movimiento corporal a los ritmos, contribuyendo a potenciar el control rítmico del cuerpo y a mejorar su coordinación y su sentido espacial.

Mejora la salud y calma el dolor

Escuchar música de cualquier tipo fortalece el sistema inmunológico, ya que estimula la producción de anticuerpos que combaten gérmenes y bacterias. Además, estudios recientes demuestran que calma el dolor.

Alivia el estrés, el miedo y la tristeza, y potencia la autoestima

La música ayuda a coordinar la respiración y a relajar el pulso, consiguiendo así que los pequeños y pequeñas se relajen y aprendan a controlar sus emociones. Además, el poder de evocación de la música hace que al escuchar canciones alegres los niños y niñas mejoren su estado de ánimo y se sientan más felices. Por otra parte, ser capaces tocar o cantar una melodía o bailar una coreografía les hace a sentirse seguros de sí mismos.

Establece una rutina diaria

Entre los beneficios de la música en los niños y niñas también está establecer rutinas, ya que los pequeños asocian ciertas melodías con ciertas actividades, lo cual sienta las bases de una futura disciplina.

Pero sobre todo, y ante todo, la disfrutan. Los niños que tienen esta tendencia artística, que adoran la música sobre cualquier otra cosa, que ya desde bebés mueven los pies cuando suena algo en televisión, disfrutan la música por encima de cualquier cosa y al final eso es lo importante, que pasen un buen rato, aprendan, se desarrollen y sean mejores personas gracias a una afición que adoran. ¿O no tengo razón?