Disfraces para los niños, regresar a la fantasía

Disfrazar a los niños resulta emocionante y divertido, siempre están guapos, graciosos, lleven lo que lleven, parece fácil confeccionar su disfraz, pero ¡No lo es tanto! Siempre hay motivos para disfrazarse, es una sensación tan chispeante que no debemos dejar pasar las oportunidades de hacerlo, los pequeños y los grandes, pero los que realmente se sienten como en una nube cuando van con su disfraz son los niños, como suele decirse, no les llega la camisa al cuerpo… Están felices. No impidas que se disfracen las veces que ellos quieran, colabora con ellos en la elección del personaje, y después intenta encontrar un proveedor de disfraces online que tenga todo lo que ellos buscan, los personajes de los dibujos, series y películas que más les gustan. En IdealFiestas, tienda de disfraces online, los tienen todos, busques lo que busques, en su página web se muestran las distintas temáticas que tienen para que los niños se disfracen de sus personajes favoritos. Lo hemos podido comprobar, son rápidos con los envíos, y tienen una gran variedad de disfraces y temáticas, pero eso sí, muy originales y confeccionados con calidad, eso se nota y marca la diferencia.

Hay lecciones que los niños pueden aprender cuando se disfrazan

Y no lo decimos nosotros, los psicólogos infantiles lo pueden corroborar: Los beneficios de los disfraces para los más pequeños van más allá del puro placer de jugar durante una jornada, existen una serie de beneficios para su desarrollo emocional  que les reporta esa emoción chispeante de vestirse con un traje que les hace sentirse un personaje al que admiran, un héroe, jugando en definitiva a ser otros, no solo es disfrazarse por fuera, van a aprender a ser otros también por dentro, durante el tiempo que lleven su disfraz. Mediante este juego de las apariencias construidas a través de un traje, van a aprender a ser un superhéroe o el rey de la selva… Qué mas da. Lo importante es su diversión y los mecanismos psicológicos para su desarrollo intelectual que este juego les reporta de una manera lúdica, fácil, inconsciente.

En psicología infantil, se puede utilizar el disfraz como una terapia para que el niño no se limite, con el traje del superhéroe o del villano podrá hacer cosas que normalmente no haría, si es tímido puede que con el disfraz aparque la timidez y sea líder de su grupo por un tiempo, aprendiendo a expresarse con libertad y a tomar distancia de sí mismo. Disfrazarse ayuda a liberar tensiones, se pondrán en marcha mecanismos del pensamiento simbólico, muy característico del juego de los niños entre los 4 y los 6 años. El niño así disfrazado, representa la vida de los personajes de ficción, de los animales, de los adultos, a través de su visión personal de esa realidad, de la forma en que él mismo la construye en su pensamiento simbólico. El niño desde muy pequeño juega a ser otro, se pone los zapatos de mamá o de papá, hace como que conduce su coche, se pone un bigote con espuma, como el del abuelo… El disfraz no hace más que continuar con ese aprendizaje, de una forma más fácil y directa.

El disfraz que elige el niño revela sus intereses y preocupaciones

Cuando le preguntas al niño de qué se va a querer disfrazar para la próxima fiesta del cole, la previa a la Navidad por ejemplo, su respuesta te va a dar muchas claves en cuanto a lo que le está preocupando, si tiene algún problema en el cole, si se obsesiona con algún miedo, sus gustos, sus juegos favoritos, incluso lo que le gustaría hacer en el futuro. Estas claves si se relacionan con la realidad del niño, que como madre/padre conocemos, nos puede dar luz sobre aspectos que incluso nos atañen como padres y que deberemos revisar. Y un mismo disfraz de superhéroe puede tener distintos significados para uno u otro niño en función de su propia situación personal. Un niño que siempre elige figuras de personajes que lideran al equipo tendrá madera de líder, y puede que tenga una tendencia al egocentrismo que habrá que controlar. Lo mismo sucede si es recurrente la elección de personajes agresivos, puede ser una válvula de escape para sus sentimientos de frustración o rencor. Pero puede suceder que simplemente eligen personajes porque son los protagonistas más de moda en las pantallas grandes o en los videojuegos.

Aprender empatía, inteligencia emocional,  socialización

Los disfraces infantiles también les ayudan a prepararse para la vida con estas herramientas tan necesarias, y lo van aprendiendo disfraz a disfraz. Es ponerse en el lugar del otro, ser bombero es querer ayudar a los demás, salvarles de lo peor, además de desarrollar su imaginación, su atención, su pensamiento abstracto. Y todo jugando a ser, divirtiéndose con otros amigos que a su vez son otros personajes con los que está interactuando. Al disfrazarse de policías, bomberos, princesas, o baby Yoda en realidad desean poder hacer las mismas cosas que hacen estos personajes en las películas, y en el juego y en su imaginación lo consiguen, con lo cual se desinhiben y aprenden empatía y normas de comportamiento que les van a ser muy útiles a lo largo de la vida. El disfraz es también una fuente de aprendizaje.

Los disfraces más demandados por los niños tienen que ver con los personajes del momento, los que están de moda, ya sea por estrenos de cine, o por acontecimientos sociales importantes.

Pero los personajes clásicos siempre están demandados y tienen gran aceptación en el mundo infantil, con temáticas de animales en la franja de los 0-3 años, a partir de los 4 años prefieren disfrazarse de los personajes de los cuentos de fantasía o películas de animación, y de animales.

Y si los niños se disfrazan y los papás también, todo se puede convertir en un juego muy divertido y diferente entre ellos, cuando nadie es lo que era ayer, y las reglas cambian por un tiempo, creando unos roles y jerarquías diferentes, poniendo mucha imaginación, la experiencia puede ser enriquecedora y muy entretenida.