Crea dibujos impresionantes con la pintura al pastel.

La técnica de la pintura al pastel permite llevar tus dibujos a un nivel superior. Aunque le llamamos pintura, el uso de ceras pastel está más ligada al dibujo que a la pintura, tal y como la entendemos.

La pintura al pastel se realiza con unas barritas en las que se condensan pigmentos vegetales y minerales que se aplican sobre papel. Existen ceras de pastel seco y ceras de pastel blando, si bien su funcionamiento es el mismo. Se utilizan las barritas para colorear, hacer sombreados y degradados y crear efectos de brillo.

Son muchos los artistas que son aficionados a esta técnica. No es para menos, basta con echar un vistazo a la red social Pinterest para darnos cuenta de que con esta forma de pintar se pueden obtener obras artísticas de gran belleza.

Con la pintura al pastel se consigue plasmar preciosos paisajes con el amanecer o el ocaso de fondo y magníficas escenas nocturnas. Hay quien se atreve a realizar retratos al pastel, aportando a los rostros unos rasgos y detalles de marcada personalidad.

Pilar, una estudiante de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona, dibujante prolija, nos cuenta que el dibujo al pastel ofrece grandes posibilidades. Ella ha comprado en varias ocasiones ceras en Artespray, una tienda online de materiales y productos para bellas artes y manualidades. En ella encontró las ceras al estilo Rembrandt. Esos tonos grises, marrones y negros que tanto utilizaba el pintor holandés y que servían para crear atmósferas únicas, que ya de por sí, nos transmiten emociones e información sobre el contenido del cuadro.

Esto es solo un ejemplo de todo lo que se puede hacer con la pintura al pastel. Conozcamos un poco más sobre esta técnica.

Historia de la pintura al pastel.

El pintor Toni Bennasar señala en su blog que en 1495, Leonardo da Vinci ya mencionaba la pintura al pastel en un tratado que escribió sobre dibujo y pintura, refiriéndose a ella como “pintura a la manera de los colores secos”.

Quizás el origen de esta técnica haya que encontrarlo en las pinturas rupestres. Cuando los hombres del paleolítico decoraban las paredes de cuevas y abrigos rocosos con figuras de animales y escenas de caza, pintadas con fragmentos de minerales sobre roca. En lo que puede ser que fuera una plegaria a la naturaleza para que les proveyera de alimento para asegurar la supervivencia del clan.

El historiador romano Plinio el Viejo, en el año 77 después de Cristo, habla del uso de pigmentos vegetales y minerales usados en seco en la práctica de la pintura. Lo hace en uno de los tratados más antiguos sobre historia del arte jamás escritos: “Naturalis Historiae”

Hay que esperar a que se normalice el comercio entre Europa y China, durante el siglo XV, con expediciones como los viajes de Marco Polo, para que el papel llegue al viejo continente y se popularice su uso. Condición básica para que se desarrolle la pintura a la cera. Ya que el papel es el soporte que mejor aguanta los trazados de las ceras minerales.

El primer cuadro pintado con esta técnica es el retrato de Isabella de Este, la Marquesa de Mantua, realizado por Leonardo da Vinci a principios del siglo XVI. Para realizar este cuadro, el pintor florentino utiliza pigmentos secos como la sanguina y tizas de colores, empleando diferentes tonalidades de ocre-amarillo. Este cuadro se encuentra expuesto en la actualidad en el Museo de Louvre, de París.

¿Cómo dibujar al pastel?

La pintura al pastel nos puede parecer sencilla, pero para aplicarla con maestría se necesita adquirir cierto dominio en los sombreados y difuminados. Lo bueno es que para realizarla solo necesitas lienzos o láminas de papel, con una textura algo más rugosa de lo habitual, para que pueda retener los pigmentos, una caja de colores al pastel y una laca de fijador. Pintar un cuadro al pastel consta de tres pasos:

  1. Hacer el boceto. Colocado el papel sobre una mesa de dibujo o sobre un caballete, se realizan los primeros trazos para delimitar los contornos de las figuras con una tiza de pastel de color naranja o amarillo. Estas líneas pasarán fácilmente desapercibidas a medida que vayamos pintando el cuadro. Es bueno tener un trapo seco a mano para eliminar el exceso de pigmento.
  2. Pintar con ceras pastel. Una vez tengamos el esqueleto del cuadro, procedemos a colorearlo y a darle forma con las ceras. El proceso de pintado es gradual. Se realiza por capas. No es necesario apretar mucho las ceras sobre el papel. Debemos deslizarlas con suavidad, en sentido horizontal. En las primeras manos apenas aplicaremos pigmento. De esta forma evitamos que se formen costras y grietas que pueden hacer que la pintura se caiga con el tiempo.
  3. Acabado y fijado. Este es un paso importante para el que se requiere un cierto dominio de la técnica. La pintura al pastel nos permite aplicar efectos como los sombreados y las degradaciones, obteniendo un resultado impactante. Para hacerlo, difuminaremos los colores con la mano. De esta manera logramos que las ceras se mezclen de forma natural. Para aplicar brillos y reflejos, lo haremos con trazos muy delgados de cera pastel, las cuales no tocaremos bajo ningún concepto. El último paso es fijar el dibujo para que dure el máximo tiempo posible. Para este menester existen en el mercado espráis de barniz o fijador que se difuminan sobre el lienzo cuando está acabado.

Características de la pintura al pastel.

La pintura al pastel tiene una serie de rasgos y características que lo hacen diferentes de otros métodos de dibujo y pintura. Estos son algunos de los más relevantes:

  • Colores intensos y compactos: Las ceras al pastel se componen de pigmentos intensos con una mínima cantidad de aglutinante, lo que proporciona colores vivos y un aspecto luminoso que es difícil de obtener con otras técnicas de pintura.
  • Textura mate y aterciopelada: Al aplicarse en seco, el pastel crea una superficie suave y mate, dándole un acabado aterciopelado, que resalta los colores y aporta un aspecto táctil.
  • No necesita pinceles: La pintura al pastel se aplica directamente sobre el papel, permitiendo trabajar con los dedos para mezclar colores, dando así, una sensación más directa y expresiva.
  • Mezcla directa de los colores: Los colores pueden mezclarse en el propio papel, lo que permite crear gradaciones, sombras y nuevas tonalidades mediante superposición y difuminado.
  • Versatilidad en estilos: Es adecuada tanto para trabajos detallados como para técnicas más libres y expresivas, adaptándose al realismo, al impresionismo y otras corrientes artísticas.
  • Proceso de fijación especial: A diferencia de las pinturas al óleo o acrílicas, el pastel necesita ser fijado al final con un espray fijador para evitar que se desprenda o se desplace, ya que no se seca ni endurece con el tiempo.
  • Durabilidad de los colores: Los pigmentos de pastel no se oxidan ni amarillean con el tiempo, lo que contribuye a la conservación del color original durante muchos años si se almacenan y protegen adecuadamente.
  • Efecto de superposición visible: Las capas de color se mantienen parcialmente visibles unas sobre otras, lo que aporta a la obra una gran riqueza visual y una sensación de profundidad.
  • Rapidez de trabajo: Al no requerir mezclas líquidas ni tiempos de secado, la pintura al pastel permite trabajar y finalizar obras de manera rápida y ágil en comparación con otras técnicas como la acuarela o la pintura al óleo.

Grandes pintores que pintaron al pastel.

Durante el renacimiento, el dibujo al pastel representó un avance tecnológico en el mundo del arte. Como puede ser hoy  la pintura en 3D o el arte asistido por ordenador. Como hemos mencionado antes, Leonardo da Vinci fue un gran defensor de esta técnica, pero también lo fue su coetáneo Miguel Ángel, quien utilizaba las tizas para bocezar algunos de sus frescos, para terminarlos, posteriormente, con pintura.

A finales del siglo XIX, los impresionistas franceses desempolvan el dibujo al pastel. Esta técnica les permitía dotar de gran expresividad a sus cuadros. Así, pintores como Millet y Degas tienen una prolífica colección de cuadros al pastel, pintados sobre cartón. En concreto, Jean-François Millet, aunque anterior a los impresionistas, supuso una importante influencia para pintores más jóvenes como Monet y Van Gogh, y posee una colección de 90 obras pintadas al pastel.

La época dorada de la pintura al pastel la encontramos en el barroco francés previo a la revolución francesa. En aquella época, los aristócratas encargaban retratos realizados con pintura al pastel sobre cartón que, posteriormente, montaban sobre un lienzo y enmarcaban cuidadosamente. Estos cuadros están plagados de detalles, con un uso de los fondos y del encuadre que por momentos recuerda a Rembrandt. De aquella época provienen pintores como de La Tour o Russell. En la popularización de la pintura al pastel fue decisiva la aportación de la pintora valenciana, residente en Nápoles, Rosalba Carriera. Bastante conocida por sus pinturas al pastel a principios del siglo XVIII y que por desgracia no ha pasado a los anales de la historia del arte por su condición de mujer.