La guitarra es uno de los instrumentos más apreciados dentro de la música, ya que es un instrumento armónico y melódico. Además, en la actualidad hay pocas canciones que no tengan una guitarra eléctrica entre sus instrumentos. La historia de la guitarra eléctrica es muy curiosa. Durante la década de 1920 las bandas de jazz de Estados Unidos optaron por esta guitarra, porque consideraban que las guitarras acústicas emitían poco sonido. Lloyd Loar, uno de los ingenieros de guitarras Gibson, creó unas pastillas que se acoplaban a una guitarra normal, pero su sonido se amplificaba por un altavoz.
En 1922 nació la Gibson L-5, una de las primeras guitarras amplificadas. Esta guitarra tenía acoplados dos micrófonos a la caja y botones para el control de volumen. En el año 1931 la compañía Electro String Company comenzó a vender los primeros instrumentos eléctricos. Estas guitarras conocidas como “sartenes”, eran de acero y aluminio fundido.
Durante la siguiente década, querían conseguir que la guitarra no vibrase al estar el volumen del amplificador demasiado alto, porque creaba un ruido muy molesto. No hay un nombre sobre quién construyó la primera guitarra eléctrica, pero se sabe que una de las primeras fue de Les Paul. La primera guitarra eléctrica de la historia nació en 1950. La Fender Broadcaster fue una apuesta por Leo Fender, cuatro años después salió el segundo modelo, la Fender Stratocaster.
Los millennials son los más interesados en adquirir las guitarras eléctricas, porque crecieron con las bandas de rock y pop (los 80 y 90). Sin embargo, la generación Z que son los nacidos a partir del 2000, prefieren escuchar reggaeton o trap.
¿Cuáles son los beneficios de tocar un instrumento?
El Diario de Sevilla informa que durante la pandemia aumentó el interés por las guitarras, ya que muchas personas aprovecharon esos meses de encierro para aprender a tocar la guitarra. Si eres amante de la música y deseas aprender a tocar este instrumento debes conocer bien todos los modelos que existen. Si te quieres comprar una guitarra lo mejor es que pidas ayuda a tu profesor de música. Saber tocar un instrumento requiere de muchas horas. El profesor de guitarra, Nico Sánchez, explica que: «lo mejor es aprender a tocar la guitarra de forma lúdica ya que así se asocia tocar la guitarra con diversión, y esto es muy efectivo en los más pequeños de la casa». Su curso de guitarra para principiantes online es válido para todo tipo de aficionados.
Tocar la guitarra ofrece un gran número de beneficios. Es un instrumento que mejora el estado de ánimo y elimina el estrés. Además, alivia ciertos dolores y mejora la salud cardiovascular. Mejora las relaciones sociales, ayuda a un mejor desarrollo de la coordinación auditiva y táctil. Los científicos explican que escuchar música genera “fuegos artificiales en el cerebro”, porque en fracciones de segundos el cerebro es capaz de descomponer todos los elementos que conforman una canción y luego juntarlos, es decir, el ritmo, armonía y melodía.
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han comprobado que tocar un instrumento ayuda a prevenir los problemas cerebrales y cognitivos asociados al envejecimiento. Tocar un instrumento se ha asociado con mejoras neurocognitivas. El autor principal Rafael Román-Caballero, del departamento de Psicología Experimental de la UGR, explica que “estas mejoras no se restringen a las habilidades directamente entrenadas con la práctica musical, por ejemplo, las habilidades auditivas con sonidos musicales o la destreza manual, sino que alcanzan otras habilidades cognitivas relevantes para muchas otras actividades, como una mayor velocidad de procesamiento de la información. Todo ello, haría a la persona más eficiente a la hora de percibir, responder a los estímulos del medio y realizar operaciones mentales. También mejoraría la capacidad de control de la persona para regular aspectos como su conducta o su atención”.
En otros estudios epidemiológicos la práctica musical se había asociado con un menor riesgo de padecer alzhéimer. Hay dos estudios, en uno se compara a personas mayores músicos de más de 59 años con mayores sin experiencia musical. Y en el segundo estudio se realiza un programa de entrenamiento musical a personas mayores sin nociones musicales previas y compararon los cambios con otras personas mayores que no recibieron dicho programa.
En los dos estudios los resultados muestran que la práctica musical se asocia con un envejecimiento neurocognitivo más sano. Las personas mejoraron la memoria, capacidad de control, velocidad de procesamiento y habilidades auditivas. Los resultados de esta investigación «tienen una implicación desde el punto de vista educativo, donde cabría repensar la asignatura de música en las aulas, haciéndola lo más práctica posible y quizá dedicando un mayor número de horas semanales para fomentar una vida musical temprana y activa», informa el investigador Román-Caballero.
«Dado que nuestros resultados muestran que nunca es tarde para comenzar con la práctica musical y aprovechar sus beneficios», añade.