Hubo un tiempo de nuestra vida en la que estamos deseando de irnos de casa. Teníamos más ganas de independizarnos que Torra y su idea de Cataluña. Sin embargo, cuando por fin volamos del nido y vivimos en la República independiente de nuestra casa, nos damos cuenta de lo bien que estábamos viviendo con nuestros padres. Es el momento en el que te tienes que hacer la comida, tienes que poner la lavadora, planchar, y sobre todo, gestionar tus finanzas. Y es que ahora ya no está papá para pagártelo todo.
Te darás cuenta de que los gastos son tremendos cuando estás viviendo solo. Luz, agua, gas, calefacción, Interne, seguro de la casa, impuestos municipales…¿sigo? Es el momento de tener que hacer cuentas para poder llegar a final de mes. Siempre y cuando tengas trabajo, sino te veo teniendo que pedir ayudas. Pero tranquilo, nosotros estamos aquí para darte una serie de trucos para que puedes ahorrar en los recibos de tu hogar. Es el momento de mirar hasta el último céntimo de gasto. Y lo vamos a hacer con el método kakebo. ¿Lo conoces?
El método kakebo
Como te hemos dicho, hay que mirar el último céntimo. Decía mi abuela que el mejor economista es el que gana cinco y gasta tres. Así es como se puede hacer hucha y vivir sin problemas. Nosotros te proponemos el método del kakebo. Un método de ahorro oriental que puede servirte para ahorrar todos los meses. La filosofía es sencilla: se basa en apuntar en una lista todos los gastos que vas teniendo.
Lo primero que tenemos que hacer es invertir, pero tranquilo, el gasto es muy simple. Tano solo tienes que gastar dinero en una libreta. Vamos a hacer una especie de agenda en la que cada mes tienes que poner tus gastos fijos y lo que te vas a proponer ahorrar.
Descuentas el garaje, el alquiler, la luz y el gas, la tarjeta, una cantidad para el ahorro (100, 50 o 20 euros, depende de la capacidad económica) y lo que te quede es aquello con lo que vas a trabajar. Vamos a comenzar a hacer nuestras finanzas. Es la mejor forma de evitar esos sobresaltos económicos que nos hacen llegar a números rojos a final de mes.
Una vez que sepas el dinero con el que cuentas, es el momento de hacer números. Tienes que ir apuntando tus gastos divididos en epígrafes. Es decir, ocio, vicios, cultura y extras. Sólo llevando el apunte día a día y hora a hora a final de mes podrás comprobar cuánto has gastado en cada cosa. Con esto te vas a dar cuenta en todo el dinero que gastas en cosas que no necesitas. Llegará un momento en el que tengas que analizar lo que puedes y no gastar.
Con esta gráfica te vas a dar cuenta de que tienes que llamar menos a ese restaurante de comida basura. Porque se ha demostrado que lo puedes hacer tu más barato si lo compras en el supermercado. O que en vicios gastas un porcentaje del sueldo mayor del que tú te creías. En ocasiones nos engañamos a nosotros mismos y pensamos que el sueldo se nos va en los gastos generales y no es así, es en los caprichos.
Divide y vencerás
Ya lo decían los romanos: “divide y vencerás”. Este es otro de los trucos que nos ofrece este modelo de economía oriental. Lo que tienes que hacer es dividir los gastos y anticiparte a otros que se pueden presentar en un futuro no muy lejano. Es decir, si la factura del gas llega cada dos meses destina en un apartado 50 euros cada mes para ese concepto. Si te quieres ir de vacaciones en agosto empieza en enero destinando 100 euros cada mes a ese objetivo y mete ese dinero en un sobre. Cuando llegue la temporada estival tendrás casi 800 euros para disfrutar de las vacaciones. Ahora bien, no te tienes que engañar, y lo que no puedes es destinar ese dinero a otra cosa.
Si sigues este método a rajatabla, vas a comprobar a los dos meses que comienzas a ahorrar. En ese momento es el que tienes que ir creciendo. Si ya te ves preparado para seguir ahorrando, puedes hacer otro sobre y meter en él más dinero para por ejemplo imprevistos. Nos referimos a obras, averías de coches o tener que cambiar las ventanas. No te puedes imaginar lo que puedes ahorrar en tu factura de gas si instalas en tu casa ventanas de PVC. Según los cálculos de la empresa Replus, puedes llegar a ahorrar hasta un 20% en tu factura gracias al mayor aislamiento térmico en la ventana y de esta manera reducir al máximo el consumo energético.
Se trata de un método infalible de los japoneses para ahorrar hasta 1.000 euros al año que te puede servir de mucha utilidad. ¿Te atreves a hacerlo?